Firma eterna

En memoria de Catherina Gibilaro   No madre, no maestra, mujer mujer de palabras tomar corpiño antibalas, risa antiestrés. Inquisidora del dato oculto, verdad en la sangre sangre caliente. Nunca sola, un ejército de fuentes te recuerda, un futuro de colegas te venera, en la calle taco firme, firma eterna Catherina. Ana Ocáterli